La verdadera durabilidad resiste la prueba del tiempo, permaneciendo en perfectas condiciones, sin verse afectada por el paso de los años. Ya sea en reuniones con amigos, mascotas corriendo por todos lados, sillas y mesas que se mueven una y otra vez, la risa y la alegría continúan, y aunque los golpes y los moretones son inevitables, se han convertido en parte de la narrativa de la vida. A lo largo de los años, ha sido testigo de los pequeños momentos de la vida con innumerables usuarios y permanece inalterable incluso después de muchos años, capturando la esencia de la belleza.